La represión sin recortes

En cualquier situación de crisis de las economías capitalistas, como la que atraviesa el sistema español actual, los aparatos represivos de Estado suelen armarse para enfrentar la oposición que generan las protestas en la calle y el creciente número de manifestaciones en contra de las medidas de gobierno, o de la troika, que no es lo mismo, pero es igual. Esta no es una excepción, muy por el contrario, ya que según los Presupuestos Generales del Estado aprobados por el Gobierno del PP, se ha pasado de los 173.670 euros del año 2012, a 3,26 millones de euros en 2013, para la compra de “Material Antidisturbios y Equipamientos Específicos de Protección y Defensa”.

repreLa idea de fondo parece ser contener el creciente número de manifestaciones que inunda la geografía del Estado español y que, según estos datos, no parecen dispuestos a enfrentar de otra manera que no sea a pelotazos de goma, cañonazos de agua, o por medio de algún otra de estas prácticas que se les da tan bien.

Los datos apuntan a que entre 2012 y 2016 la inversión prevista en seguridad interior alcanzaría los 10,02 millones de euros para reponer y modernizar el material que utilizan los policías antidisturbios que participan en el control y vigilancia de manifestaciones. Este material también incluye chalecos antibalas, botes de gases lacrimógenos, porras de defensa, escudos, así como las controvertidas pelotas de goma.

En la propia página web del gobierno español donde figuran los presupuestos generales de Estado correspondientes al año 2013, se puede leer: “Pese al ajuste presupuestario, Interior es uno de los departamentos menos afectados por las medidas de austeridad, debido a la decisión del Gobierno de mantener una sólida política de seguridad… En cuanto a la Oferta de Empleo Público, destaca la sensibilidad del Gobierno con las necesidades de la seguridad pública, por lo que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) quedan excluidas de la congelación de plantillas y efectivos…”.

Varias preguntas quedan flotando en el aire a partir de estos dos jugosos párrafos. Sería más que interesante saber a qué refieren cuando hablan de seguridad pública (y de sensibilidad del Gobierno), ya que hasta donde se sabe las manifestaciones en las calles no van dirigidas contra otros ciudadanos sino, y por sobre todas las cosas, hacia el gobierno y sus políticas. Por lo tanto, no sólo protegen intereses económicos de unos pocos sino que luego, en nombre de la seguridad pública también se “arman” para protegerse.

Como hemos visto, esta previsto un aumento de presupuesto en material represivo hasta el año 2016, que coincide con el fin de la legislatura del PP. Una política que refleja el enorme optimismo que tiene el gobierno respecto a los cambios (recortes), que ellos mismos proponen y aplican, para los próximos años.

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