Editorial: Elegimos la vida

fuckingbrickwall_web“Para mi este grupo denominado La Manada es el modelo de hombre heterosexual que me viene a la cabeza como normal, como lo que me he ido encontrando en la vida”. Lo dice una compañera y a nadie nos sorprende, al contrario, asentimos. Y en nuestra conversación que se alarga varias horas, aseveramos la necesidad de que la impunidad machista deje de ser la norma. Hablamos, por supuesto, de autodefensa. A principios del pasado mes de noviembre un hombre fue detenido en el Poble Sec. Autor, presuntamente, de cinco agresiones sexuales cometidas en el barrio entre finales de julio y septiembre. Ocurre en nuestras calles, en nuestros espacios políticos, en nuestros trabajos, en nuestros lugares de ocio. Nos ocurre en nuestras casas.

Nos están matando, asesinando, (cerramos el año con 93 feminicidios en el Estado español), violando, acosando… Pero, también nos insultan, nos miran, nos traducen, repiten nuestras palabras y ocupan espacio, mucho espacio. Hablan y opinan sin límites. Cada uno de estos gestos cotidianos hace posible que aceptemos con normalidad que personas leídas como mujeres sean maltratadas con tanta frecuencia. Se llama dominación.

Y todos los hombres que hacen uso de sus privilegios masculinos, en este orden de cosas, son cómplices. El feminismo es revolucionario porque busca romper con ese orden. Y ésta, es una tarea urgente.

No es que ahora se haya puesto de moda –que también, y podríamos celebrarlo o criticarlo a partes iguales– sino que antes de que alguien le pusiera una marca o un eslogan, ya eran muchas las que se organizaban sin grandes eventos o campañas. Así se ha venido construyendo la revolución más importante de nuestros días: el FEMINISMO. Se trata de sororidad, resiliencia y autodefensa para (sobre)vivir en un mundo que quiere anularnos cotidianamente para asesinarnos sin remordimientos.

Desde hace tiempo sabemos que esto es algo de vida o muerte. Nosotras elegimos la vida.

Yo sí te creo, hermana
¡La Manada somos nosotras!

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